Zeanuri, de molino en molino

Como todos los años por estas fechas mi amigo y antiguo profesor de Lauaxeta Ikastola, Jon Urutxurtu me informa de la próxima marcha de los molinos. Este año la «IV marcha de los molinos de Zeanuri» se celebrará el 3 de mayo. Una ocasión inmejorable para conocer este pueblo y su tradiciones.

Caminar es una de las mejores maneras de conocer los bellos parajes y el patrimonio que alberga nuestra geografía. Y eso es lo que ofrecen las asociaciones Ipizki y Joko Alai el próximo 3 de mayo con la organización de la IV Marcha de los Molinos de Zeanuri: dar la oportunidad de conocer el patrimonio de los molinos y algunas de las barriadas que conforman este municipio vizcaíno asentado en las faldas del monte Gorbeia. En total son dieciocho los molinos —la mayoría abandonados, pero algunos otros rehabilitados— que se hallan diseminados a lo largo y ancho de los límites de la localidad arratiana; todos los molinos son hidráulicos y el itinerario transcurrirá junto a once de ellos.

La salida se dará a las 09:00 horas de la mañana en la plaza del pueblo, frente al Ayuntamiento. En el primer kilómetro los caminantes pasarán junto a los molinos de Alcibar y Errotabarri, y seguidamente bordearán el embalse de Undurraga; nada más dejarlo atrás, caminarán junto al arroyo de Beretxikorta y en un tramo de unos 500 metros se encontrarán con tres molinos: Barrengo Errota, Erdiko Errota y Goiko Errota. De aquí se ascenderá hacia el conjunto de caseríos de Urretxi, para seguidamente descender hacia la barriada de Undurraga y dirigirse al molino de Ibargutxi; se trata de un molino rehabilitado por la familia Larrazabal, donde aquellos que lo deseen tendrán la oportunidad de acceder a su interior para contemplarlo en funcionamiento. Desde Ibargutxi caminarán hacia el molino de Lanbreabe, y desde aquí se volverá hacia el embalse de Undurraga para bordearlo, en esta ocasión, por la margen opuesta, y dirigirse hacia la ermita de San Lorenzo donde estará ubicado el punto de avituallamiento, que  correrá a cargo de Gastronomía Cantábrica. Tras reponer fuerzas, los caminantes pasarán junto a los molinos de Intxaurbe, Axpe y Zulaibar, y ya en el último kilómetro del recorrido, se encontrarán con el molino de Olabarri, un molino totalmente rehabilitado y acondicionado para recibir visitas; se accederá al interior para contemplar las diferentes dependencias y verlo en funcionamiento, y, finalmente, enfilar los últimos 300 metros que restan para alcanzar la meta situada en la plaza de Zeanuri.

Los participantes que hayan completado los aproximadamente 18 kilómetros del recorrido habrán tenido la oportunidad de conocer el patrimonio de los molinos de Zeanuri y gozar de la sinfonía de colores que por estas fechas primaverales ofrece la naturaleza.

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