Evitar la microgestión (I)
Me gustaría empezar una serie de artículos sobre prácticas tóxicas de gestión. No se, se me hace más fácil identificar y conversar sobre las malas prácticas que sobre las buenas, y de paso podemos entre todos, de forma colaborativa, proponer remedios a estas prácticas. ¿Qué os parece? Pero de momento vamos a definir qués es la microgestión y que características tiene.
Un microgestor suele requerir constante y detallado feedback de las tareas que se están llevando a cabo por parte de su equipo de trabajo. Por lo que puede también sufrir de lo que se suele llamar “reportomania”, es decir, la exigencia de reportes detallados de todas las actividades realizadas, normalmente con el objetivo de valorar el rendimiento de las personas del equipo. El microgestor suele estar más centrado en qué se hace en cada momento más que en el rendimiento general, la calidad y los resultados.
Debido a que el microgestor necesita controlar todo al detalle, una característica muy común es que suelen estar desbordados de trabajo por lo que las decisiones y estrategias a medio y largo plazo suelen ser aplazadas, los objetivos sufren de variaciones repentinas si motivo aparente, el flujo de información entre los miembros del equipo suele estar restringido, etc.
Pero… ¿por qué alguien puede tener este estilo de gestión tan tóxico para un equipo? Cabe señalar que muchas veces la persona que ejerce la microgestión no se da cuenta de ello. Mientras que estas causas pueden ser intrínsecas de la personalidad de la persona, excesiva preocupación en los detalles, incompetencia en las áreas que gestiona , etc. esto puede ser debido a factores externos como cultura organizacional, presiones en plazos, inestabilidad en su posición como gestor, etc. Con esto no quiero justificar su modo de trabajar, sino solo identificar las causas de su comportamiento.
Creo que está suficientemente claro que la motivación y el estado de ánimo de las personas que trabajan en este entorno de trabajo no será adecuado, amén de que la confianza, la comunicación y otra serie de factores se vean realmente perjudicados. Y como sostienen numerosos autores, entre ellos Ryan y Deci, “la sensación de autonomía es fundamental para la motivación”.
En un siguiente artículo trataré de identificar algunas recetas que podrían ser útiles para remediar esta práctica tóxica. Pero antes de eso me gustaría recibir vuestros comentarios acerca de está práctica. ¿Que otras características tiene este estilo de gestión? ¿Alguna otro factor que causa este estilo? Para “abrir boca” os presento una referencia, “My way or the Highway; The micromanagement survival guide”, que os puede ser útil para entender mejor esto de la microgestión.
En efecto, esta práctica es realmente perniciosa porque actúa en dos niveles: «microgestor» y «microgestionado». Al primero le hace perder tiempo (así de simple) y al segundo le hace perder responsabilidad y capacidad de decisión propia.
Me temo que esta práctica es un lastre de muchos años de entender que había jefes y currelas. Y un jefe es un jefe, qué te ibas a creer 😉
Hola Julen, creo que además de hacerle perder el tiempo, el microgestor además se siente imprescindible para que el resto de sus compañeros lleven a cabo las tareas. Y a los microgestionados creo que les provoca perdida de confianza, motivación, etc.
Y si, desgraciadamente tenemos ese lastre… pero creo que tendemos a empresas abierta colaborando en red, no es así?
Felicidades Aitor! Un artículo muy acertado.
El microcontrol es un fenómeno proveniente del fuerte lastre de las organizaciones del pasado, donde el jefe es el jefe y el rango laboral es la columna vertebral de la empresa. Sin embargo, su influencia todavía perdura y muchos microcontroladores quieren mantener sus cómodos sillones, se sienten más seguros, lo controlan todo y no se sienten amenazados.
Personalmente, si me lo permites no los llamaría microgestores sino más bien microcontroladores o microladrones de tiempo. Un término más adecuado ya que como bien comenta Julen básicamente hacen perder el tiempo, no solo el suyo sino no lo que es pero el de los demás también.
Pero aquellos que creamos en las personas, en la autogestión, en la ilusión de cada uno, en la confianza mutua y en la libertad debemos intentar cambiarlo!!
La Teoría Vital hace un análisis del ser y la razón de modo que le permite a uno recapacitar al menos durante un instante sobre su vida: de esas 24horas que tiene el día 8h las clasifica para dormir, 8h para temas personales+ocio, y las otras 8h para trabajar. Pasamos 1/3 de nuestras vidas como mínimo trabajando…. ¿No creéis que merece la pena intentar cambiarlo? Estoy seguro de que si y los microladrones de tiempo también!
qué buena entrada, las entregas prometen. creo que otro de los rasgo del microgestor es ser un constante cuello de botella, y el delatarse por cierta tendencia a evitar rodearse de personas que dominen alguna materia más que ellos, así ven justificada su costumbre de no delegar y la necesidad de control contínuo.
@Bea: tienes razón. El microgestor suele ser un cuello de botella que intenta abarcar todo y no soltar nada porque tiene miedo de perder poder. Espero que en próximas fechas escriba la segunda parte sobre la microgestión.
Gracias y nos leemos!!
Hola como puedo dejar de ser un microgestor? miguelalexd@msn.com gracias por tan excelente comentarios