Una universidad nueva
El otro día gracias a algunos de mis contactos conocí el artículo publicado por José Ramón Alonso, rector de la Universidad de Salamanca, en El País. Un artículo en el que identifica una serie de aspectos que el alumno necesita saber y saber hacer. Me parece un decálogo realmente interesante y que debería servirnos para ver que actividades estamos llevando a cabo para ver que esto sea así.
Pero mi amigo Cesar Gonzalez-Perez, un verdadero crack, me propuso hacer la siguiente reflexión. ¿Por qué no sustituir la palabra “alumno” por “profesor” en el mismo artículo? Es increíble como dicha recomendación abre un nuevo escenario donde no solo el alumno debe cambiar. Dejo aquí el nuevo decálogo donde tanto alumno como profesor deben saber y saber hacer cosas que aún no sabemos y no sabemos hacer.
El profesor de esta nueva universidad debería:
- Saber leer. Debería leer las últimas tendencias sobre su materia, debería leer cosas más allá de su propia materia que pueda tener cierta correlación.
- Saber escribir: Debería tener capacidad para escribir de forma adecuada, tanto para la publicación de un artículo científico como divulgativo.
- Saber hablar: Esto es una necesidad imperial del profesor. Debe ser capaz de captar la atención.
- Tener disciplina: Esto es común tanto para alumno como para profesor.
- Ser creativo: ¿Qué es un profesor sin esa pizca de creatividad? Debe explorar el arte en cualquiera de sus manifestaciones.
- Conocer las herramientas propias de su disciplina: ¿Qué alumno no se ha dado cuenta alguna vez que el profesor no tiene ni p… idea? Este debería ser el primer requisito.
- Estar alfabetizado en las nuevas tecnologías: Todavía, como no, hay gente que le da miedo encender el ordenador… Los más capacitados debemos seguir ayudando al resto. Ardua tarea no siempre demasiado gratificante.
- Tener una cultura general: Ya lo hemos comentado antes, pero un profesor que solo sepa de su asignatura y no sepa de la actualidad no es un buen profesor, y punto.
- Romper con los decálogos, con las tradiciones estúpidas, con los criterios de rebaño, con el qué dirán y el me da lo mismo.
- Tener una visión ética.
Como veis todo lo que el artículo de José Ramón Alonso exigía a los alumnos también es exigible a los profesores. ¿nos ponemos manos a la obra?
Seámos bilaterales, cambiémos todos de una vez! Ahora la pregunta es, estamos dispuestos a cambiar? a abandonar esa comodidad de acudir a clase y olvidarnos hasta examenes?? la respuesta es NO.
Deberíamos de empezar a cambiar la base, la educación, la filosofía… todo lo demás sería poner parches, y con parches es muy dificil tapar todo. Hay una escased muy grande de gente pro-activa y no se le puede obligar a nadie a nada. Aunque bueno, «hacer algo es mejor que no hacer nada», no?
Estimado profesorEvidentemente la dincastia fedsica fue el elemento distintivo en la mediacif3n entre el profesor y estudiante. Por supuesto que esa dincastia fedsica es real, pero el profesor (o cf3mo le puedan llamar) siempre este1 presente en los medios que el estudiante emplea. Tal vez hoy con los nuevos medios la dincastia es lo menos importante y el ICDE pueda volver a considerar el cambio de nombre.
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